La temporada de uso de la pileta se está acercando, por lo que es de suma importancia tener en cuenta algunos consejos en materia de seguridad para prevenir accidentes. Si la pileta es una fuente inagotable de diversión y descanso, también es cierto que no está exenta de peligro si se hace un uso indebido de ella. A continuación detallamos algunas consideraciones a tener en cuenta para que el disfrute sea seguro.
Con la llegada de las altas temperaturas, no hay nada mejor que darse un chapuzón en la pileta. Sin embargo, cuando se tienen chicos en casa hay que extremar todas las precauciones instalando al menos un sistema de seguridad que, junto con la vigilancia directa de un adulto, prevenga caídas y golpes de diversa consideración.
Una buena opción es combinar los medios físicos con los electrónicos. Entre los primeros se encuentran los cercos perimetrales y los cobertores o lonetas desplegables, mientras que entre los electrónicos figuran las alarmas, los sensores de caída y los sistemas de monitoreo. Todos ellos brindan distintas alternativas que complementan los controles de los adultos que, sí o sí, deben existir cuando los niños utilicen las piletas domiciliarias.
Los cercos son, quizás, el primer elemento que aparece al buscar una protección para la pileta. Hay fijos, de madera o hierro, y removibles, que son los más usados. Están especialmente diseñados para impedir el acceso a la piscina de los chicos y las mascotas. Pueden tener una o varias puertas de acceso con cerraduras de seguridad manuales o automáticas para que no sea fácil abrirlas. Deben contar con una altura superior a 1,20 m y ser enterizos o con barrotes verticales, con una separación no mayor a los 10 cm, para evitar el paso de la cabeza de un niño pequeño (importante: no deben ser realizados con barras o perfiles horizontales, para evitar que sean escalables).
El cerco removible ofrece varias ventajas: bien instalados resisten embestidas de adultos y son imposibles de trepar porque no tienen ningún punto de apoyo y los dedos de los chicos no entran en el entretejido de la tela. También, al ser un producto que no es rígido, si un chico se cae contra el cerco por estar jugando en el jardín, no choca contra algo duro como un hierro o un vidrio que puede generar lesiones por el golpe.
La segunda ventaja es la practicidad. Que sean removibles implica que se pueden sacar, parcial o completamente, siempre que así se lo desee en unos pocos minutos. Además son estéticos, traslúcidos, resistentes al sol, al agua y al cloro, y no requieren mantenimiento.
Los cobertores son otro tipo de barrera física que impide que los chicos entren a la pileta. Se colocan a ras del agua, tensionados para que no se hundan. Lo ideal es que sean rígidos y soporten peso. Las cubiertas son un sistema de seguridad que impide la entrada de los chicos al agua sin la supervisión de un adulto. Pueden ser fijas, telescópicas, con techo poligonal o curvo, etc. Lo importante es que cuenten con cierres que no puedan ser manipulados por los niños.
En cuanto a los sistemas electrónicos, lo ideal es colocar cerrojos para que la puerta del cerco de acceso a la pileta se abra en forma automática, lo que asegurará que siempre quede cerrada.
Sensor dual: Se activa ante proximidad y caída. Son sensores que se colocan en forma móvil o fija. Los móviles vienen en relojes o pulseras que se colocan en el brazo de los chicos o en el dispenser de cloro, que flota en la pileta y cuando detectan un movimiento de propagación subacuática emiten una alarma sonora y/o reportan una emergencia a una central de monitoreo de alarmas. También se pueden programar por horarios o desactivarlo y activarlo cuando se entra y se sale de la pileta, como la alarma del auto. Este sensor tiene un doble efecto, si alguien se acerca al borde de la pileta emite un sonido con intervalos y si se produce una inmersión queda fijo. Inclusive algunos vienen con un flash lumínico que se refleja en las plantas.
El único problema que presentan estos modelos es que tienden a dispararse fácilmente, especialmente si no tiene una cerca alrededor de su pileta. Ya sea porque el viento vuela basura por sobre la alarma
o porque un animal la activa, probablemente la alarma se disparará. Si está buscando una alarma de pileta que sea menos proclive a producir un error, tal vez deberá considerar comprar una alarma que vaya adentro de la pileta.
Las alarmas que van dentro de la piletas son similares a las alarmas de superficie. En vez de detectar movimiento en el exterior de la pileta, detectan movimiento en su interior. Esto significa que si su alarma está puesta, será notificada cada vez que algo entre al agua. Por eso, si su niño cae accidentalmente la pileta, su alarma se disparará automáticamente, permitiendo rescatarlo.
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