Ser albañil: detalles en primera persona

En el Día del Albañil nos acercamos a conversar con Oscar Islas, oficial de obra, quien nos contó detalles sobre el oficio: cuáles son los desafíos actuales, lo que más y menos disfruta, rangos, tendencias de la construcción, ¡y mucho más! Conocelo.

Oscar Islas (58), bahiense, es oficial de obra y trabaja hace 40 años en el rubro de la construcción. Como todos, arrancó siendo aprendiz/ ayudante, en su caso, de un señor italiano quien le enseñó todo sobre la albañilería.

“Al principio lo quería matar, porque hacía los trabajos y me decía: lo hiciste mal. Y capaz lo tenía que volver a hacer. Uno es joven y reniega, pero con los años me di cuenta que tenía razón”, bromea.

Los rangos en albañilería

Como en todos los rubros, existen rangos o categorías que delimitan las tareas y responsabilidades que tiene cada uno. En albañilería, se encuentra el ayudante que es el que hace el trabajo más duro, de fuerza, como realizar zanjas, preparar material, alcanzar ladrillos, entre otros. Luego, el medio oficial hace revoques, contra pisos y, el oficial es el encargado de la obra y debe saber hacer todo. Además, es el que tiene el contacto con el maestro mayor de obra, ingeniero o arquitecto.

En este sentido, Oscar comenta que a él le gusta darles una mano a los ayudantes, ya que son los que más trabajan y menos ganan. Pero también, busca o espera que los chicos que comienzan a trabajar con él, vengan con actitud y ganas de aprender, sin necesidad de tener conocimientos previos sobre el rubro, pero sí entusiasmo por capacitarse.

Los desafíos actuales de la construcción

La aparición de nuevos materiales para la construcción es el desafío más grande que tiene que afrontar un oficial albañil, estar al tanto y conocer al detalle la implementación de cada uno.

Con respecto a esto, Oscar argumenta: “A mí criterio hay cosas con las que prefiero seguir trabajando con la construcción tradicional, pero hay materiales nuevos que aceleran muchísimo la obra”. 

En cuanto a los materiales que prefiere conservar de la vieja escuela, se queda con lo que implica el armado de los fierros: “Hoy en día vienen ya armados, pero vienen soldados y quedan muy rígidos. Prefiero hacerlo a la antigua, atando con alambres todos los fierros”, y agrega: “Es mucho más trabajo, pero es mejor. Porque si dejás ciertas cosas muy rígidas, corrés el riesgo de que se quiebren”.  

En tanto, uno de los productos que considera que simplifica la labor es el Rapibrick, que se utiliza para pegar ladrillos. “Es ideal cuando trabajás en altura, por su practicidad para colocarlo”. “Lo usás y avanzás 5 o 6 veces más que con el material tradicional”, concluye.

Lo más lindo y lo más difícil de ser albañil

El rubro de la construcción es duro, se trabaja en condiciones ambientales muy extremas según la estación del año y requiere de mucho esfuerzo físico frente a determinadas tareas, pero no hay nada más gratificante que el reconocimiento del cliente cuando ve su casa terminada y está conforme con el resultado.

Lo que más disfruta Oscar, es lo que más se ve: la colocación de pisos, aberturas -es decir- las terminaciones, el detalle.“Es una satisfacción muy linda que no se puede explicar con palabras. Ver que hiciste bien tu trabajo, que el tiempo que le dedicaste sirvió de algo y que a la gente le gusta, es una satisfacción personal muy grande”, comenta Oscar y agrega: “El albañil es el que te hace la casa donde vos vas a vivir, vas a criar a tus hijos (…) El albañil es importante en la vida cotidiana de la sociedad”.