Nuestros hogares siempre deben estar respaldados por un buen método para calefaccionar aquellas temporadas de invierno que suelen ser tan frías. Puede encontrarse una múltiple variedad en el mercado para solventar esta problemática. Por este motivo describimos cuáles son las mejores opciones que se adaptan a cada tipo de espacio en nuestra casa.
Cierto es que para calefaccionar una vivienda tenemos muchísimas alternativas. La elección de una u otra dependerá, en gran medida, de las características de la misma, pero también del territorio en el que esté ubicada. Puesto que no es lo mismo residir en un lugar cálido durante todo el año que en un entorno húmedo (cerca del mar, por ejemplo), en una zona del interior o en una casa de montaña. Así, es considerable tener en cuenta todas y cada una de las particulares de la residencia y los distintos sistemas de calefacción que existen actualmente, que brindan opciones muy eficientes.
Entre los tipos de calefacción más habituales encontramos:
La calefacción en invierno nos brinda el confort necesario y el calor requerido dentro de las viviendas. Actualmente muchos hogares cuentan con algún sistema central y su utilización va en aumento.
Existen muchas combinaciones posibles de sistemas de calefacción, pero siempre son necesarios un procedimiento productor del calor y un distribuidor del mismo. Cuando queremos disponer de un método eficiente, es imprescindible que ambas partes lo sean.
Uno de los más utilizados son los circuitos cerrados de radiadores y suelo radiante con calderas, que calientan el líquido de calefacción y opcionalmente pueden proveernos de agua caliente sanitaria.
Un sistema de calefacción central consiste, principalmente, en una caldera, radiadores o tubos radiantes y una tubería de interconexión. Con respecto a su funcionamiento, la caldera calienta el agua, que luego es puesta en circulación por una bomba que la lleva por toda la instalación y los radiadores, para pronto retornar a la salida. Todo el sistema es controlado térmicamente por un termostato de ambiente que vigila la temperatura del inmueble.
Nuestra industria actualmente produce calderas y radiadores que compiten con las importadas, tanto en calidad como en precio. Además, cuentan con el agregado de aprobaciones del INTI que usualmente (algunos casos) no tienen los productos extranjeros, que ingresan sin ningún tipo de regulación ni certificación de consumos y rendimientos.
Respecto de cuáles son las ventajas de ambos sistemas, podremos enumerar los siguientes:
Radiadores: rapidez en la calefacción (pueden alcanzar hasta 80ºC mientras que el suelo radiante sólo 45), temperatura uniforme, gran capacidad calorífica, seguro y regulable.
Suelo Radiante: aprovechamiento del espacio, sensación agradable, eficiencia, seguro y regulable.
Existen también válvulas termostáticas que pueden regular el calor de los radiadores para cada ambiente. Las sondas de exterior (dispositivo que tiene la capacidad de transmitir la temperatura de un lugar a otro convirtiéndola en una señal eléctrica) “anticipan” el temple de afuera para que los termostatos interiores inicien los sistemas e indiquen a la caldera su inicio de funcionamiento con anterioridad.
Las variantes en estos sentidos son múltiples y se debe tener en cuenta que a mayor cantidad de tecnología y regulaciones, superior será el costo inicial del sistema.
Sistemas de calefacción seco: las estufas
La diferencia entre las calderas y las estufas está muy clara. Estas últimas no sirven para generar agua caliente en el hogar, de modo que si se necesitan las dos cosas, sería interesante que se plantee la opción de la caldera. En el caso de que se tenga solventada la cuestión del agua caliente sanitaria y lo único que interese sea calentar el domicilio, puede plantearse la estufa como solución.
Las primeras de las que hablaremos son las de pellets. Estas suelen ser adecuadas para espacios reducidos, porque ocupan poco y calientan mucho. Las estufas de leña son otra opción, pero las recomendaríamos para sitios grandes, en los que también se pueda almacenar los troncos en buenas condiciones. Si en el hogar viven personas con problemas respiratorios, esta alternativa no es la solución más recomendable. Asimismo, es significativo contar con estufas modernas y puestas al día, que eviten en la medida de lo posible la propagación de humos y partículas, realizando una correcta evacuación de los mismos.
Continuando con las estufas de gas, las mismas pueden funcionar tanto conectadas a la red de suministro de gas natural como a través de tubos de butano y propano. El poder calorífico es elevado y no necesitan espacio de almacenamiento para el combustible.
La calefacción solar es un tipo de medio energético que captura la radiación del sol y la convierte en calor. Para un uso residencial, este sistema de energía sirve para calentar agua destinada para consumo o bien para ser utilizada para generar calefacción. Los sistemas solares térmicos suponen una gran opción para instalar en los hogares, debido al ahorro que aportan. También, al tener en cuenta que el sector residencial consume el 32% de la energía y es responsable del 20% de las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) a nivel mundial, observamos que utilizar la energía solar para templar los domicilios supone una iniciativa viable y sostenible.
Podemos encontrar diversas formas de calefaccionar gracias a la acción del sol: la más convencional consiste en la utilización directa de la energía del sol para trasladarla al agua, la cual será usada para templar la casa, ya sea por radiadores o losa radiante. Estas nuevas tecnologías pueden llegar a ser muy eficientes, pero siempre precisan de un sistema tradicional de respaldo para sobrellevar días nublados. Por otro lado, la búsqueda de integrar las energías de forma sostenible, permite abordar técnicas híbridas en los que el consumo eléctrico de los sistemas de calefacción convencional puede ser cubierto con paneles solares, dependiendo su número de las dimensiones del hogar.
Las bombas de calor, son los mecanismos más eficientes actualmente para calefaccionar o refrigerar, permitiendo extraer la energía de un medio (agua, aire o tierra) para trasladarla a otro. La combinación con sistemas renovables permitiría lograr un sistema 100% sustentable y sostenible logrando el mayor ahorro económico y el menor impacto ambiental.
La elección del sistema de calefacción ideal puede resultar un trabajo algo complejo si no se tiene idea de las prestaciones de cada modelo. Los principales aspectos a considerar son: el tamaño de la casa y la cantidad de personas que la habiten, el rango de precios que más se adapte a nuestras necesidades y que este sistema no sea perjudicial para el medioambiente. Se debe tomar en cuenta todas estas consideraciones para poder optar por el mejor sistema de calefacción para el hogar.
Nota Gentileza de la revista Obras & Protagonistas.
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