El pasillo, ese gran olvidado dentro de la funcionalidad y almacenaje en la vivienda, ofrece un sinfín de alternativas de gran ayuda en la decoración del hogar. Estamos acostumbrados a verlo como mero espacio de paso, un lugar donde poner dos o tres cuadros, quizás unas fotos y poco más. Compartimos algunas propuestas para que veamos a los pasillos con otros ojos; aplicando estas ideas podremos sacarle partido a las zonas de paso.
Los pasillos son una de las zonas de la casa más difíciles de decorar, pero no por ello hay que dejarlos de lado.
Las casas tienden a una distribución abierta en el que éstos desaparecen y se incluyen en las habitaciones. Sin embargo, si se cuenta con largos pasillos y no se quiere comenzar una obra de remodelación de la vivienda, hay otras maneras de sacarles provecho.
En el caso de que el pasillo de la casa sea demasiado estrecho, conviene amueblarlo con moderación, para no poner demasiadas cosas que estorben el paso. Lo más correcto en estos casos pareciera ser poner todos los elementos que deseemos y dejar una pared libre. Sin embargo, y aunque esta solución resulta práctica, puede desequilibrar el efecto óptico del mismo. Se sugiere aprovechar las zonas con un mueble a medida que tenga capacidad de almacenaje y también una repisa.
Una de las opciones más funcionales es la de convertir el pasillo en una biblioteca y así aprovechar toda la pared a lo alto. De esta manera, los amantes de la lectura tendrán una alternativa para colocar sus libros. Si el pasillo es muy ancho, se recomienda aprovechar toda la pared, de arriba a abajo. Por el contrario, si es más bien estrecho, conviene utilizar ciertos tramos del mismo, ya que harán que el espacio sea demasiado angosto y agobiante. En estos casos lo mejor es instalar estanterías bajas y utilizar el último soporte para poner plantas u otros objetos decorativos.
Los pasillos también pueden ser una zona de guardado para los textiles de la casa, la ropa que no es de temporada o incluso para esos objetos que no tenemos muy claro para qué sirven pero que no conseguimos deshacernos de ellos. En este caso no funcionan las medias tintas: o instalamos un armario que se camufle con la pared o, de lo contrario, elegimos un mueble llamativo, como un armario antiguo, que atraiga todas las miradas.
Podremos organizar un revistero o un zapatero de lo más decorativo con cajas apiladas pintadas de colores.
Para la decoración, la fórmula es crear un apoyo que “manche” incluso las puertas y todo lo que encuentre a su paso, pero también existe la opción de llevar la pintura hacia arriba sin llegar al techo. De este modo, daremos mucha más presencia al techo, y si es color blanco, da la impresión de “elevarlo”.
Tanto si contamos con un armario en el pasillo como si no, siempre podremos crear una zona de espejos en este espacio para completar el vestidor del dormitorio, y ayudará a alargar el espacio y hacerlo más luminoso.
Prolongar el vestidor disponiendo una colección de complementos en el pasillo; por ejemplo, sombreros. Los bolsos más usados tienen un gran potencial decorativo en el pasillo que conduce al dormitorio. Sacar partido a las paredes sin descuidar el estilo con una composición colorista y dinámica. Esta idea también resulta muy práctica para la colección de collares, fulares y sombreros.
La bicicleta se ha convertido en un símbolo más de nuestra personalidad. Se trata del medio de transporte más ecológico y sano, así que si somos parte de esta tendencia, podremos aprovechar los pasillos para crear un buen estacionamiento para ella. Incluso hasta como elemento decorativo.
Se sugiere aprovechar las paredes vacías utilizando soportes y ganchos especiales para bicicletas. Nuestro pasillo estrecho será así uno de los mejores lugares para guardarla y que se convierta en parte de la decoración, además de ahorrar espacio.
La luz del pasillo puede modificar la percepción de este espacio, por lo que se tendrá que escoger la más adecuada en función de las dimensiones. Como suele carecer de entradas de luz natural, hay que vigilar mucho las zonas de sombras y los contrastes que podría generar la artificial. La altura también es otro factor a tener en cuenta si queremos conseguir una mayor calidez.
Las puertas en los pasillos son buenas siempre que separen el mismo de una habitación como el baño o un dormitorio. No obstante, hay otros espacios en los que estas puertas no son imprescindibles. Por ejemplo, en el salón o comedor. Además, si estos ambientes son luminosos, al quitar las puertas se logrará que la luz inunde el pasillo, haciéndolo mucho más acogedor. Los espacios estarán comunicados y la sensación de apertura será mayor.
Los pasillos pueden ser, en ocasiones, espacios complicados para decorar. Demasiado largos, demasiado estrechos, demasiado anchos o muy oscuros. Pero por suerte siempre hay soluciones que pueden hacer de estos espacios lugares mucho más alegres e integrados en la decoración general de la casa. Lo esencial es conocer las opciones y elegir la que mejor se adecúe a nuestras necesidades.
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