#ConstruirNosHaceFelices

Aislación en techos: casas más frescas

Techos

En los meses temperaturas extremas -frío o calor- los techos pueden convertirse en una especie de radiadores gigantes y el gasto de energía para refrigeración o calefacción se dispara. Mejorar el comportamiento térmico de un techo es posible con soluciones en las que no es necesario desarmarlo.

Los techos son los lugares que más escape de energía pueden tener. Colocando una capa aislante térmica adecuada podemos ahorrar hasta un 25% de gasto energético. Vivir en un ambiente más cómodo a un precio menor depende de algunas mejoras en la cubierta de nuestra vivienda.

El aire caliente asciende al techo y la corriente fría tiende a caer. Cuando se enciende la calefacción en invierno, el calor sube y se asienta cerca de la cubierta. Luego, calentará la habitación o se mudará al espacio de la azotea y saldrá de la vivienda. La pérdida del mismo crea un vacío para que el aire frío “caiga” en el área vital, provocando que el método para calefaccionar trabaje horas extras en calefaccionar la vivienda. Un proceso inverso ocurre con su sistema de enfriamiento en el verano. Al final, un gran porcentaje de los costos de calefacción y refrigeración se dispararán por una cubierta sin el aislamiento adecuado.

¿Cuáles son las ventajas de los aislantes térmicos?

  • Ayudan a que las temperaturas del exterior del edificio no se filtren al interior, actuando como barreras térmicas y protegiendo la construcción del frío o el calor.
  • Una correcta aislación térmica contribuirá a generar espacios sustentables, ya que se necesitará menos energía para calefaccionar o refrigerar los ambientes. Esto contribuye a reducir la emanación del CO2 que se produce durante la combustión de gas y otros combustibles orgánicos.
  • Los aislantes térmicos e hidrófugos reducen la aparición de humedad y hongos en las paredes y techos de las construcciones. Esto ayuda a prevenir problemas de salud en las personas que utilicen el edificio.
  • Algunos son incombustibles, es decir que no permiten que el fuego se propague y crean espacios más seguros.

Antes de pasar a enumerar los materiales más eficientes para aislar térmicamente debemos mencionar qué es un material aislante de temperatura: es aquel que se convierte en una barrera para el paso del calor o frío entre dos medios. El aire es el medio económico por excelencia que crea dicha defensa, por eso los más utilizados en los techos son porosos o fibrosos, donde el mismo quede inmovilizado dentro de compartimientos estancos.

Espuma de polietileno

El mismo se fabrica a partir de la extrusión del polietileno espumado con un gas que se inyecta en el proceso. Estas celdas cerradas con aire en su interior forman una barrera contra la temperatura. Por lo tanto, se utiliza en la construcción como material aislante térmico para techos.

Generalmente se colocan bajo teja o chapa. Viene en forma de rollo de 1,10 m de ancho y un espesor de 2 mm como mínimo. Las más utilizadas son las de 5 y 10 mm las cuales poseen una capa extra de aluminio. Esta lámina se coloca mirando hacia la chapa, dejando una corriente entre ambos. Por eso, comúnmente se instalan directamente sobre los cielorrasos. La duración de la misma es extensa porque solo es deteriorada cuando está en contacto con los rayos ultravioletas.

Lana de vidrio

Es una fibra mineral utilizada como aislante térmico y acústico por la estructura de sus materiales. Vienen en rollos de 1,20 m de ancho y distintos espesores. Ciertos modelos poseen una lámina de aluminio que permite una mejor manipulación, un mayor efecto aislante y barrera de vapor, el cual es generado en algunos ambientes como la cocina y baño provocando condensación en las zonas frías del techo. Con el aluminio se impide su paso eliminando la posibilidad de que esto suceda.

Desde el punto de vista ambiental, la fibra de vidrio es 100% reciclable. Además, tiene otras propiedades muy beneficiosas: son incombustibles, livianas, flexibles y muy fáciles de cortar. Lo más significativo es que requiere de ciertos cuidados para su manejo (según la OMS es un producto atóxico y no cancerígeno).

Telgopor o poliestireno expandido

Este material es el más conocido entre los aisladores térmicos. Se utiliza en el piso, techo y en las paredes, incluso las de concreto. Se trata de un plástico celular derivado del petróleo con consistencia esponjosa. En su interior posee un 98% de aire, por lo que es muy eficiente como barrera térmica y acústica. Las planchas más utilizadas tienen 1 cm de espesor de mínimo. Por los elementos que se utilizan en su construcción no es ecológico, sin embargo, no es dañino para la salud ni el medio ambiente. Además, no pierde sus propiedades, aunque se moje no se deteriora y con el tiempo puede mantener una buena resistencia mecánica.

Pintura cerámica

Se trata de un revestimiento de alta prestación capaz de reducir notablemente la temperatura de un techo de chapa o de una losa con membrana. Con un espesor de capa de tan solo 0,25 mm, la pintura bloquea el calor en sus tres formas de transferencia (radiación, conducción y convección), logrando bajar unos 30 grados el calor de una cubierta metálica.

Además, contribuye a controlar la propagación del fuego en caso de incendio. El producto se aplica directamente sobre la chapa o membrana aluminizada con rodillo, pincel o pistola.

Vegetación

Otra alternativa para aislar azoteas de losa consiste en transformar dicha terraza en un espacio verde. A estos efectos, se deberá evaluar la carga extra que soportará la cubierta, ya que a la membrana geotextil debe añadirse el peso que implica el sustrato de tierra y grava a utilizar.

Techo invertido

Esta solución consiste en disponer unas placas de poliestireno expandido especiales (se parecen a una plancha de ravioles) sobre el revestimiento hidrófugo, intercalando un manto geotextil en la losa existente. Al colocar el aislante por la cara externa del techo se consigue una protección adicional en la membrana al quedar protegida de la acción nociva del calor, alargando su vida útil. Luego, para evitar que se vuelen con el viento y protegerlas de los rayos UV, se coloca como terminación canto rodado de granulometría pareja. Las piedras se pueden reemplazar por tierra y así armar un espacio verde, o instalar un deck o baldosas con separadores para que la terraza sea transitable.

Techos de teja o chapa

Cuando están armados de modo tradicional con machimbre a la vista se puede colocar un rollo de lana de vidrio entre los tirantes. La tarea es sencilla porque el ancho del mismo está pensado según la separación habitual que se deja entre ellos. Como terminación, se consigue armar un cielo raso de placas de yeso copiando la pendiente de la cubierta. En ambos casos, chapa o teja, esta solución cumple con la aislación térmica nivel B de las normas IRAM para todo el país.

Cubiertas sin pendiente

Desde el interior del ambiente se puede sumar planchas de lana de vidrio para luego armar un cielorraso aplicado en seco. Esta solución se logra mejorar aún más para subir al nivel B de las normas en todo el país, armando una cámara de aire entre la cara interna de la losa y el aislante.

Poliuretano expandido

Al finalizar la lista de materiales que tienen efecto aislante térmico se encuentra el poliuretano expandido, siendo este el más efectivo. Se puede utilizar en techos y muros con la misma efectividad. Se aplica en modo de spray in situ y tiene beneficios extras de aislación hidrófuga. Otra de sus virtudes es que no necesita pegamento para adherirse, se seca al instante y sella toda la cubierta haciéndola impermeable. Es un material auto extinguible, resiste al ataque de ácidos, solventes, roedores e insectos. Se precisa tener ciertos cuidados en su aplicación, pero una vez que está aplicada no es tóxica ni infecciosa.

Cada tipo de tejado debe ser tratado de manera diferente; la incorporación de aislamiento en un techo y la reducción de las fugas de corriente de las habitaciones dependen del uso de métodos y materiales adecuados. Cualquiera que sea el sistema utilizado, la ventilación es vital para garantizar el movimiento del aire necesario para evitar la condensación del vapor de agua, ya que esto puede provocar la descomposición de las vigas basales. Antes de comenzar cualquier trabajo, se debe evaluar la condición de la cubierta en sí y se deben tratar los escapes, dificultades de humedad o problemas estructurales.

Nota gentileza de Obras y Protagonistas.

Suscribite!

Tendecias, nuevos productos, tips, ideas, construcción y más...

Casa Central

Rondeau esq. Sixto Laspiur

(0291) 456-5300

Lunes a Viernes de 8 a 17hs. y Sábados de 8 a 12:30hs.

Sucursal Villa Mitre

Sócrates 1741

(0291) 481-7969 / 4867

Lunes a Viernes de 8 a 16hs. y Sábados de 8 a 12hs.

AutoGili Don Bosco

Don Bosco 1661

Lunes a Viernes de 8 a 16hs. y Sábados de 8 a 12hs.