La comodidad y exclusividad que significa contar con un baño integrado al dormitorio, era una experiencia que sólo se disfrutaba en hoteles de lujo o en entornos vacacionales. En los últimos años, esta tendencia se popularizó para las viviendas comunes.
A continuación te contamos qué tenés que considerar al momento de incluir esta opción, qué tipo de integraciones se adaptan a tu necesidad y consejos muy útiles.
Datos a tener en cuenta
Al momento de realizar una reforma o si lo estás planteando desde cero, es importante que consideres el tema de los ruidos y la luminosidad, por lo cual tal vez sea conveniente cerrar alguna zona del baño y darle privacidad a ese espacio. También, el tema de los olores para no generar un mal ambiente en el dormitorio. En muchos lugares prefieren sólo integrar el lavabo y la ducha.
Y además, saber qué uso le darás. Si esta incorporación la realizarás en una casa de vacaciones, podés preferir baños completamente abiertos, ya que se uso es esporádico. Pero si es para residencias permanentes, es mejor que consideres opciones más privadas o no integradas 100%.
Diferentes opciones de integración
· Integración completa: genera una prolongación de la habitación, amplía el ambiente y recibe luz natural de las ventanas del dormitorio. Es una opción que se está utilizando mucho en construcciones de diseño moderno y, sobre todo, es elegida por personas solteras o que reciben visitas esporádicas, ya que el tema de los ruidos (secador, ducha, inodoro) puede generar molestias en parejas, además de la posible incompatibilidad de horarios y rutinas.
· Integración parcial: otra posibilidad es aislar parcialmente el espacio del baño pero que permanezca dentro del dormitorio. Una de las soluciones más utilizadas es delimitarlo con tabiques (sin que lleguen al techo) o también, crear un marco abierto con una pared de ladrillo y cerrarlo hacia el cielorraso con vidrio. De esta manera, preservás el sonido o la luz en su interior.
Separación física pero no visual: si ninguna de las opciones anteriores te convence, podés implementar la alternativa de no tener que salir de tu dormitorio para acceder al baño, y hacerlo directamente colocando una puerta o interponiendo entre los dos ambientes un placard o un vestidor.
Consejos útiles para tener un baño integrado en el dormitorio
· Para evitar problemas de ruidos, optá por sistemas silenciosos tanto para los extractores como para los rieles de cajones y cierres suaves de puertas.
· Los materiales que priman en los baños suelen ser más duros y fríos para combinar con el diseño. Rompé con esa monotonía y elegí productos nobles, cálidos y agradables para el ambiente.
· El orden y la limpieza en el baño y el dormitorio tiene que ser constante para que ninguno de estos espacios quiebre el sentido de relax y armonía que esta tendencia ofrece.
· Planificá y elegí de manera correcta cuál será la zona del baño respetando las medidas que este ambiente requiere. Recordá que el baño debe tener una altura mínima y tiene que haber espacio para colocar todos los elementos.
· La ventilación es muy importante para evitar la humedad en el baño y en el dormitorio, es ideal que tenga una ventana cerca o un extractor.
Algunas ideas de diseño
· En dormitorios con buena superficie, se puede enmarcar el baño en un cubo de cristal y utilizar el cemento pulido como revestimiento, además de definir el espacio con perfiles negros.
· Si buscás un poco más de privacidad, podés optar por un cerramiento parcial colocando puertas de cristal traslúcido o con listones de madera.
· Podés utilizar la separación natural que te ofrece el cabecero o el extremo de la cama, incorporando una división de madera o un muro con cristal.
· Si el espacio disponible con el que contás es a los lados de la cama, podés prescindir de la puerta y abrir el ingreso al dormitorio, ocultando a la vista el inodoro y dándole protagonismo al lavabo y a la ducha.
Con esta información y datos útiles, buscamos acercarte distintas propuestas que dan cuenta que integrar el baño con la habitación es totalmente compatible. Lo importante es planificar, buscar la practicidad y pensar el diseño que mejor se ajuste a lo que vos querés.
¡Seguinos leyendo que tenemos muchos más consejos y recomendaciones para tu obra!
Nota publicada en Revista Obras y Protagonistas.
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