Un jardín de grandes dimensiones puede llenarse de encanto si colocamos allí una escultura tallada en una de sus esquinas y, mucho más, si delimitamos el borde de sus caminos o rotondas con una seguidilla de esculturas y estatuas, que transformen ese simple trayecto en un sendero lleno de magia y atractivos. Compartimos en esta sección algunos tips a tener en cuenta para lograr ese objetivo y la original experiencia de una artista bahiense.
Toda la belleza de estas figuras realzan los jardines, sean grandes o pequeños, llenándolos de inspiración y creando espacios mucho más íntimos e interesantes. Las esculturas para jardín son figuras artísticas que, por lo general, son realizadas en arcilla y piedra, aunque también podemos encontrar otras hechas en plástico, goma, madera o hierro, dándonos amplias posibilidades de decoración.
Puede decirse que se trata de elementos ideales para decorar cualquier tipo de jardín, sea exterior o interior.
La clave en los jardines con esculturas y su selección está en mantener una armonía acorde al estilo del patio. El objetivo principal es llenar de belleza el exterior, por lo que hay que tratar que el espacio quede balanceado. Una escultura con una imagen contemporánea no debe verse como algo ajeno al paisaje. Por el contrario, tiene que mezclarse fluidamente con el estilo y mantener su originalidad.
La ubicación de las esculturas en el jardín es otro aspecto para mejorar su impacto. Los estanques o piscinas siempre son un modo efectivo de hacerlo. Sin importar el estilo, la escultura en estos ambientes le dará una imagen dinámica y moderna.
Dependiendo de la ubicación de la misma determinaremos su tamaño. Estas esculturas deben transformarse en el “punto focal”, destacándose sobre todos los demás elementos del jardín, sin perder el equilibrio entre las dimensiones. La idea es que la escultura ideal para el jardín se mantenga en la temática y la línea de los materiales utilizados en el mismo. No cualquier escultura será la adecuada para decorar un jardín. Debe cuidarse cada uno de los detalles característicos de la misma para lograr dar con la ideal, ya que ella será la que matice este espacio.
Sumado al efecto que producen las esculturas modernas, tenemos que analizar la influencia de otros detalles, entre ellos que los muebles a colocar sean cómodos y mantengan el estilo. Además, una buena selección de plantas que lo llenen de exotismo son una gran combinación para un jardín encantador y, al mismo tiempo funcional.
Si se prefiere un espacio renovado y fresco debe comenzarse por resolver estos detalles.
Las esculturas para jardín tienen un valor decorativo bastante elevado, por lo que solo la presencia de una de ellas es capaz de embellecer un espacio de grandes dimensiones. Si buscamos combinar dos o tres de ellas, siempre que sean del mismo estilo y temática, podremos hacerlo cuidando no caer en la exageración y sobrecargar el ambiente, ya que ésto lo hará lucir de-sordenado y muy poco estético.
Existen tantas temáticas de esculturas para jardín que quizás resulte dificultoso seleccionar solo una de ellas. Para ello conviene tener en cuenta que estas figuras artísticas serán las que nos representen y den un reflejo de nuestra personalidad, por lo que las estatuas que elijamos deben ser de nuestro gusto y agrado.
Tanto las más clásicas como las contemporáneas establecen un diálogo con los proyectos de paisajismo y transforman los jardines en inesperadas galerías de arte.
Paula Di Canto es una artista bahiense que da sus primeros pasos en escultura orientados hacia el reciclado de material de descarte, utilizando basicamente piezas de automóviles, de construcción, etc. Su preocupación por el reciclado y medio ambiente la llevaron a trabajar con chatarra. Como forma de vincular el arte con las personas, viene realizando numerosas “invasiones” al exponer en lugares públicos.
En 2007 realizó su primer “Mega Obra y Evento en Vivo” durante la exposición de la FISA de ese año, donde en presencia del público culminó su obra “MegaCangrejo” (5,00 x 6.00 x 2,50 m) que es donada a la ciudad y da origen al “Humedal”, en refererencia al primer Paseo Costero frente a la Ría de la ciudad. Esta obra se encuentra, en la actualidad, ubicada en el barrio Boulevard de Ingeniero White, como referente del Club Huracán, instalándose allí en el 30 aniversario de la Sociedad de Fomento.
Su intención es lograr que a través del arte se genere conciencia de la importancia de fauna, flora y entorno natural del lugar, y provocar en las personas el hábito de ser responsables de los residuos que generan.
Su proyecto F.A.C. (Fauna, Arte y Conciencia) buscó generar espacios donde uno pueda disfrutar del arte, de los lugares, y donde a la vez haya información sobre la preservación de las especies y de las cosas mínimas que se pueden hacer para conservar nuestro hábitat.
En el año 2008 incorporó “Florecimiento Alternativo”, instalación costera que valoriza al plástico como material, logrando su reutilización para dejar así de ser unidad contaminante y transformarse en objeto de creación, tanto en el espacio artístico como en la concepción de la responsabilidad que tenemos para con el lugar en donde vivimos. Comenzó en Monte Hermoso, en el Complejo del Sol, con una intervención que duró toda la temporada. Hasta 2014 se llevó adelante en la ciudad balnearia próxima a Bahía Blanca.
El 1ro. de agosto de 2015 llegó a Brasil, siendo muy bien recibido por la prefectura municipal de Cairú. Así fue que se realizó la bajada de los FLETS a la playa con el fin de demostrar que la basura no es basura y que entre todos es más fácil. El 29 de enero de 2016 se volvió a realizar en Brasil, esta vez en Gamboa, en la bajada de praia entre “Barraca Bambú” y “Mar y Bronce”.
Recientemente se desarrolló en Orio, un municipio español de la provincia de Guipúzcoa, en la comunidad autónoma del País Vasco; en Madrid se intervino también y, por último, se realizaron pequeñas “invasiones” en Bilbao e Italia, en las cuales se colocaron distintas flores que llamaron la atención de los transeúntes y su posterior consulta sobre el tema.
Por último, Paula visitó su pueblo natal Trentinara, una localidad italiana de la provincia de Salerno, región de Campania y tuvo la invitación de un artista del pueblo, para dejar en su propia galería unas flores del proyecto.
La principal meta que persigue esta artista es hacer de estas pequeñas intervenciones una toma de conciencia del reciclado del plástico y provocar en las personas un hábito de responsabilidad con respecto a los desechos que se generan.
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